Para el desarrollo de una investigación tenemos que considerar tres etapas: etapa conceptual, etapa empírica y etapa interpretativa. En la etapa conceptual o fase teórica tenemos que preguntarnos: ¿Qué investigar?,¿Para qué investigarlo?; por lo que debemos hacer una revisión bibliográfica, definir los objetivos, formular hipótesis, observar hechos y definir la importancia del estudio y sus limitaciones. La etapa empírica es la más práctica, es el trabajo de campo. Corresponde al material y método y a la atención de resultados en el trabajo de investigación. En la etapa interpretativa debemos de preguntarnos: ¿cuál es el significado de los hallazgos de la investigación?, de la cual debemos de extraer conclusiones y reflexiones sobre si los métodos aplicados han sido correctos.
Para que un proyecto sea preciso y exacto deben estar exentos de errores. Hay dos tipos de errores: errores aleatorios y errores sistemáticos o sesgos.Los errores aleatorios son aquellos que son inevitables de cometer por el investigador y están relacionados con la cantidad de la muestra.En cambio, los errores sistemáticos son varios: sesgo de selección (mala selección de la muestra), sesgos de clasificación (corresponde con una incorrecta medición de una variable) y sesgos de confusión (solo se comete si se realiza un test de hipótesis y se contrastan dos datos y una de ellas no se ha estudiado).
Para que nos quedara claro los distintos tipos de sesgos realizamos una actividad por el campus, en la cual teníamos que identificar los distintos tipos de errores y sesgo y citar las medidas de control que se llevaron acabo para evitar los sesgos o errores encontrados en el siguiente estudio.